miércoles, 29 de febrero de 2012

Guardi e Ladri (1951) (crítica)



Guardi e ladri, de 1951, es una de las mejores películas de la filmografía del legendario Totò. El actor interpreta a un sinvergüenza que vive del timo y de la estafa y por su culpa un policía se queda sin trabajo debido a una de sus clásicas fugas.


lunes, 20 de febrero de 2012

Mark Twain - Cartas desde la Tierra (reseña)


Ahora que ser laico, ateo y anti católico parece ser una moda más, quizás sería interesante releer esta obra de Mark Twain que se editó cincuenta años después de su muerte y que expone, de manera clara y concisa, su opinión no sobre la religión cristiana sino sobre la imbecilidad de los hombres al creer en el Dios que nos describe la Biblia.


martes, 14 de febrero de 2012

Vivir como hamsters (reflexión)


A lo largo de la vida parece que no sólo nos morimos un poco cada día sino que nos empeñamos en ir encerrándonos para dejar de ser libres. Si desde la infancia nos atemorizan con "eso no se hace" pensamos que cuando seamos "mayores" podremos hacer lo que queramos en todo momento. Nada más lejos de la realidad. Cada paso que das hacia eso que llaman "estabilidad" es una nueva pared de metacrilato, un nuevo barrote a tu jaula. Mira, si no piensas así, a tu alrededor y dime si puedes hacer realmente lo que te da la gana o bien tu trabajo, tu imagen pública, tu rutina, tu pareja, tu familia y el qué dirán te lo impide. Por eso resulta tan útil saber dónde estamos. Jamás hemos de perder el norte. No ganamos nada pero al menos no nos engañan. Estamos metidos en nuestro casillero desde que nacemos, a nadie le interesa que cambie nuestra situación y la libertad para tener una vida mejor siempre se compra con el dinero que manejan unos pocos. Somos hamsters que en vez de pipas nos comemos nuestros sueños que jamás haremos realidad. Somos mascotas de otros. Jamás viviremos nuestra vida en libertad. Corre.

domingo, 5 de febrero de 2012

The artist (crítica)


Tras leer en varios medios que las taquillas de los cines se han visto obligadas a poner un cartelito explicativo en el que explica que la película no tiene sonido, me decidí a verla. La considero un clásico del cine de verdad, del que se hacía en los años 30 y que aún no estaba contaminado por la industria cinematográfica que cambió la forma de contar historias en la gran pantalla