Por deformación profesional, se repasan las obras relacionadas con la enfermedad y la muerte en «La literatura de la muerte». Sin embargo, como le indicó Philip Roth, es en el relato «Lo que dijo la citoscopia» donde narra la muerte de su padre con una claridad espeluznante. El resto del volumen se ocupa de cómo afrontar el gran final cuando uno tiene un diagnóstico bastante complicado y sabe que sus horas están contadas.
Es posible que la frase que dijera Tolstoi cuando supo que se moría, «no se qué se supone que tengo que hacer ahora», todos la digamos en algún momento. Sea como sea, la elegancia de Broyard de estar al pie del cañón hasta el final de sus días es, junto a su filosofía de vida, el gran aliciente de una obra que debes leer para acordarte de que esto puede acabarse en cualquier momento.
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