domingo, 17 de noviembre de 2019

Eduardo Mendoza - El negociado del yin y el yang (reseña)



Si El Rey recibe nos pareció floja debido a que el autor cortaba la trama metiendo una novela interna de escaso fuste. En esta ocasión, repite la estructura e incluso añade una pequeña obra de teatro como epílogo provocando el desconcierto del lector.


Mendoza es nuestro Galdós y el mejor escritor en español con diferencia. El problema que observamos es que parece estar casi obligado a introducir algún elemento cómico en sus obras para romper la monotonía. La trama comienza muy bien con Rufo en Nueva York y con la muerte de Franco. Lo malo es que en lugar de seguir ese camino para contarnos mejor los detalles del personaje, vuelve a usar una novela de aventuras que le lleva a varios países en unos pasajes sin gracia alguna.


Su final, ya en Barcelona, deja un sabor amargo, a un personaje incomprendido y a una historia que ni emociona, ni llega a ser esa que esperamos de alguien que, tristemente, ya ha reconocido que en la literatura ha dado todo lo que tenía que dar. Una pena que esperemos que pueda corregir con la próxima entrega de esta trilogía.

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