Jordi Sánchez ha usado su éxito televisivo para poder hacer otros proyectos complementarios que, por cierto, son incluso más acertados que su genial interpretación de Antonio Recio. Había escrito teatro con anterioridad y en este libro recoge relatos y reflexiones de alto interés.
A destacar el personaje de Mari Trini que cuenta las andanzas de su vida en un estilo que nos recuerda al de Fernando Quiñones. El resto de relatos va de lo sórdido a lo cómico pasando por la filosofía de cada día.
Es en estos textos donde se habla de la fama, de la vida y de los personajes que nos rodean (en ocasiones sin saberlo) donde el autor demuestra que tiene una pluma afilada que le permite hacer daño y meter el colmillo hasta el fondo sin demasiado esfuerzo.
En resumen, es un libro que es mucho más que el del típico famoso que se mete a escritor para ganar más dinero. Más bien, es un ejercicio de literatura de este siglo con pinceladas costumbristas que bien podrían convertirse algún día en una obra de teatro. Esperemos que así sea.
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