Frío y niebla

Escribe tu vecino una novela de éxito, el poeta-funcionario al que siempre le publican, la adolescente de familia bien, el portero del teatro, el hippy que vive bien, el porrista imbécil que se cree alguien, el producto del artificio de la sociedad. En sus renglones vacíos se puede uno dar cuenta de la hipocresía, sus versos muertos reflejan su poco talento y la demencia del editor, sus obras son nada, como tú, como yo.

Bienaventurados los que no ven porque la imaginación les salva de la vida. Bienaventurados los que ven a medias porque así solo sufren la mitad. Malditos seamos los que vemos porque no hay refugio ni esperanza para seguir pensando que merece la pena vivir.