Miguel Albandoz apuesta en esta novela, que ya tiene unos años, por sacar a relucir su oficio de periodista, pero también por recordar una literatura humorística del pasado siglo que sigue de plena vigencia. Es más, este thriller cómico lo sitúas en Arkansas cambiándoles el nombre a los protagonistas y se convertiría en la comedia del año.
Por suerte, Albandoz elige la España profunda, los nombres más antiguos y una forma de trenzar su historia que nos ha sorprendido gratamente. Y es que lo que parece al principio casi un retrato de la sociedad rural, comienza a complicarse gracias a una serie de personajes impagables, situaciones imposibles y una resolución de la trama sorprendente.
El oficio del autor convierte esta novela en una de esas que se puede leer en unos días, pero sin que esto signifique que se trate de un libro de usar y tirar. Más bien, es casi el testamento literario de un género que muchos dan por olvidado, pero que rescata la maestría de escritores como García Pavón o Álvaro de la Iglesia entre otros. Imprescindible.
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