Frío y niebla

Si usar un verso de uno de los mejores poetas de la literatura española, Gil de Biedma, como titulo de una primera novela ya es pretencioso, leer este libro, con más de seis ediciones vendidas, es un acto de pérdida de tiempo irreversible que quizás el propio autor debiera devolvernos algún día.

El Premio Planeta siempre ha logrado un hito cuando lo hemos leído, jamás nos ha gustado. Ni nuestro escritor favorito, Eduardo Mendoza, logró conquistarnos hace unos años. Silva rescata a su pareja de la Guardia Civil para una novela negra de resultado desigual que ha sido galardonada con el citado premio. Nos tememos lo peor.

Safier regresa al panorama literario con su tercera novela. Sus obras han sido calificadas, por algunos, como "literatura de aeropuerto" y aunque en un primer momento parece lógico pensar así, sólo hay que leer alguna de sus novelas para darse cuenta de que estamos ante un autor que recoge varias tradiciones literarias y que ofrece más de lo que parece.

La literatura, por norma general, no debería ser tanto un acto de reacción como de introspección. Escribir es algo personal que debería surgir de uno de mismo y no como reacción ante un best seller. La infame trilogía de Grey ha provocado que el término machista de "porno para mamás" se haya apoderado de las librerías. El relato que os comentamos surge como antídoto a esa mala literatura erótica para mujeres y su autora comenta que "si hay que escribir algo de ese estilo se pone piel y se pone sufrimiento pero que no llamen literatura a esas novelas".