Mi vecino es solidario porque tiene un huerto ecológico y también porque recoge comida para los más desfavorecidos de un pueblo cercano. También se encarga de repasar todo el repertorio de Coelho y de poner canciones de El Arrebato para demostrar lo buena persona que es y cómo hay que luchar cada día por ser positivo e ir a por el día que tenemos por delante sin dejarnos vencer. Mi vecino, el pedazo de solidario, se tuvo que ir de su casa seis meses por haber maltratado psicológicamente a su mujer y a su hija. En este tiempo no pagó la comunidad, "No vivo ahí, no tengo por qué pagarla", ni les dio ni un céntimo a las que dejó en la que fue su casa. Tampoco pagó el recibo correspondiente a los trabajos de pintado integral del bloque por aquello de la solidaridad. Mi vecino, el hijo de la grandísima solidaria, volvió a su casa y elogiaba en Facebook el pucherito de su suegra, que vivía con él, cada lunes. La sopa le servía para quitarse la resaca tan espantosa que su...