Su cara de pin-up de los 50 estaba enmarcada por su pelo a lo garçon. Su cuerpo, con curvas, comenzaba en una ancha tira de cuero que abrazaba un corazón de plata. Chupa de cuero y de riguroso negro comentaba, tras sus gafas, sus problemas a dos amigas.
-Yo tomo cosas para la depresión, la ansiedad y todo eso. Mi madre es muy estricta y me lleva el tratamiento. Es que una cosa es que no puedas respirar y luego también lo de ponerse a llorar. Lo comento así pero...
Las puertas del vagón le invitaron a que volviera a su triste realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario