Nueva selección de relatos que andaban por un cajón en la casa de Fante y que rescatase su familia. La elección del título recuerda a la homónima obra de Hansum, pero la diferencia en lo literario entre ambos es abismal.
Mientras el escandinavo intentaba darle algo de lustre a su prosa, Fante apuesta por justo lo contrario. Es quizá la obra que confirma que Bukowski le plagió hasta la saciedad y que ambos eran almas gemelas. Lo malo es que Hank le daba cierto barniz a lo que escribía y Fante parecía dejarlo todo intacto. No se le puede negar su realismo a la hora de describir lo sórdido y la cara oculta de Los Angeles, pero quizá no convence en todos los textos.
Y no lo hace porque abusa del recurso de sentirse defenestrado, humillado, pobre y sentenciado a vivir una vida que no quiere. Resulta complicado identificarse con él y entendemos que decidiera no publicar estos relatos al ser en ocasiones embriones de novelas o proyectos fallidos dependiendo de cada caso. Para los fans del escritor será una delicia. Los que no le conocen, mejor empezar por una novela para acostumbrarse al río arenoso de su prosa.
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