Si Sumisión nos pareció una gran novela, que el autor retome la teoría de la distopía, en este caso nos vamos a 2027, puede parecer algo repetitivo. Sin embargo, el escritor tiene claro que no va a caer en el error de hacer más de lo mismo.
La pregunta es si lo hace correctamente o si este bandazo estilístico es para todos los públicos. La mezcla de una trama en la que el padre de un personaje se debate entre la vida y la muerte con una candidatura política es marca de la casa. Houllebecq es de los pocos autores que parece que escribe sobre algo que ha vivido en primera persona, lo que puede llegar a cansar al lector.
Al menos ha tenido el buen gusto de no darle vueltas al mismo farol e incluso ha incluido nuevos recursos estilísticos que siguen confirmando que es uno de los mejores escritores europeos. Eso sí, has de tener muchísima paciencia para leer una novela que se hace bastante cuesta arriba y que no incluye ningún tipo de concesión a la comercialidad.
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