Esta obra se redactó en 1933 y sigue siendo un testamento vital de su autor, uno de los existencialistas más recomendables. El propio Cioran reconocía que de haber seguido en las mismas se habría suicidado por lo que decidió escribir sus pensamientos en este conjunto de aforismos y pasajes de alta utilidad.
Aunque habla de la vida, de la muerte, de la desesperación, del suicidio, de la moral y del resto de mentiras que nos forjamos «para ceder ante el resplandor demoníaco de la alegría», pensamos que la obra no es pesimista, sino todo lo contrario.
En ocasiones, no siempre tenemos que encajar con la forma de pensar imperante lo que puede provocarnos que nos sintamos desplazados o que consideremos que lo lógico es amoldarse a la corriente. Leyendo esta obra quizá coincidas en algunos de los puntos de vista que expresa, o quizá en ninguno, pero lo que nunca te dejará indiferente es la potencia de su prosa y unas ideas filosóficas que, lo quieras o no, es cuestión de tiempo que comiences a aplicar a tu vida. Lectura obligatoria a partir de los 30 años para darte cuenta de qué va esto de vivir.
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