La publicación de esta obra en la que se recogen las cartas que se enviaron Delibes y Umbral durante 47 años nos sorprendió gratamente. Más todavía lo ha hecho su jugoso contenido.
Si bien los dos escritores parecen ser casi extremos de una misma cuerda, la de la calidad literaria, no es menos cierto que tenían más puntos en común de lo que parecía a simple vista. Por un lado, Delibes como periodista y novelista con ese estilo áspero que le servía para criticar la sociedad de forma magistral. Por otro, un Umbral que hacía artículos y redactaba novelas continuamente. Su dandismo y su elegancia siempre le acompañaron.
Se puede ir leyendo en las cartas cómo el primero aconseja al segundo e incluso le comenta más de un error de su forma de ser. Umbral siempre recibe con humildad las críticas, pero tampoco se calla del todo. A lo largo del libro se entiende el sufrimiento de Paco por la muerte de su hijo Pincho, su depresión posterior (algo que compartía con Delibes) e incluso su desencanto por tener que estar siempre lidiando con editores que querían conseguir el máximo beneficio de sus obras.
Así, lo que son cartas entre dos amigos, es también un reflejo del mundo literario y periodístico de la segunda mitad del siglo XX y de la primera década del XXI. Tener el lujo de leer los comentarios de ambos al respecto, unido a la parquedad de Delibes y a la elocuencia de Umbral, no deja de ser un lujo irrenunciable.
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