La obra del noruego Knut Hansum es uno de los mejores ejemplos de una literatura áspera y sin aditamentos. El reflejo que hace de la situación social de su país en los años cuarenta y la forma de analizar sus vivencias le convierten en un escritor casi odiado por muchos lectores y un verdadero ídolo para los amantes de una literatura sobria y directa.
La sencillez narrativa y la falta de recursos estilísticos contribuyen al ahogo del lector en la desesperación del protagonista. La espiral en la que cae el iluso protagonista, siempre pensando en un futuro mejor, arrastra al lector a un punto de no retorno del que se sale con la boca seca y pensando en el mañana.
La novela, escrita en 1890, está de plena actualidad en nuestro país. El texto se convierte así en una obra maestra para olvidarse de las novedades que inundan los expositores de las librerias y que se olvidan del día a día de los lectores de este país. Ineludible lectura.
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