Haruki Murakami estuvo de actualidad hace algunas semanas ya que podría haber ganado, a ver cuándo, el premio Nobel de literatura. Tusquets ha editado, creo que por vez primera, la novela al mismo tiempo que en el resto del mundo. El autor regresa a una senda más intimista y se aleja de su particular forma de hacer ficción.
La búsqueda personal de Tsukuru Tazaki es el hilo narrativo de la obra. El desasosiego personal al llegar a los cuarenta años y las ganas de cerrar puertas abiertas y de aclarar qué sucedió con esta o aquella persona que le acompañó durante una parte de su vida son dos partes que se trenzan con la habitual maestría del autor.
Porque el verdadero valor de la obra no es sólo la mágica prosa a la que ya nos tiene acostumbrados Murakami sino que nos presenta un texto minimalista, sin los aditivos habituales en algunas novelas que rozan la ciencia ficción, sin apenas recursos estilísticos. Un simple arquitecto de estaciones de trenes, de las que se incluye una reflexión fantástica, y una vida por decidir, un color por escoger, unas relaciones que se aclaran y una incógnita al final.
Absolutamente magistral esta nueva entrega de un autor que cada vez deja más el artificio para centrarse en narrar historias mucho más cercanas al lector. Adquisición obligada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario