Como hemos demostrado a lo largo de los años, las novelas de Benavent nos parecen pequeñas maravillas que tienen como principal lastre eso que algunos llaman «literatura para mujeres» sin tener ni idea de lo que hablan. La autora se sigue esforzando por adaptar la literatura novelesca del siglo XIX a nuestros tiempos y cada vez está más cerca de convertirse en un referente literario para quien quiera dedicarse a este mundillo.
En esta ocasión se centra en una historia que parece autobiográfica, aunque ella misma aclara que hay una parte que sí lo es y otra que no, en la que una escritora sin inspiración emprende un viaje a su interior mientras ajusta cuentas con su pasado y decide emprender una esperanzadora relación sentimental. Lo que hace es tremendamente complicado al mantener un tono cercano y al transcribir el lenguaje exacto que puede usar cualquier persona hoy en día para hablar con sus amigos.
Es en esta aparente facilidad donde reside la clave del éxito de una escritora magnífica que siempre sorprende y que cada vez se aleja más del estigma de generar libros de aeropuerto o estación. Si no has leído nada de ella, esta obra te convencerá a la primera independientemente de tu sexo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario