Era Zweig uno de los autores más dedicados a su profesión y, posiblemente, el que mejor supo quedarse en el detalle antes de llegar al todo. De toda su bibliografía, la presente obra es un perfecto ejemplo de cómo es posible estirar el género epistolar hasta crear una obra literaria de enorme calidad.
Se entiende que el autor recibe una carta en la que una mujer le cuenta todo tipo de anécdotas y vivencias que ella ha compartido sin que él lo sepa. A la prosa exacta y magnífica de Zweig se une esa sensación de que no estamos solos y que seguimos siendo un eslabón de la cadena de la sociedad.
¿Cuántas personas pueden estar ahora mismo conociendo nuestro patrón de comportamiento e incluso analizando nuestra vida? Nunca lo sabremos, pero tenemos una pista de lo que puede estar sucediendo gracias a tan recomendable novela que, por cierto, puede ser la entrada más recomendable al universo de Zweig.
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