Cada vez que voy a una venta de carretera o a un bar cutre pienso lo mismo. Suelo ver esas máquinas que venden bolas de plástico con un regalo repugnante en su interior. Me educaron así. Siempre he estado en una burbuja de plástico para evitar que me contaminara nada del exterior. Colegios de curas, universidad asquerosa, irrealización social, involución, depresión, problemas mentales, represión y "cállate y no te diviertas, prepárate para el futuro" como lema.
Algún día se romperá la bola de plástico y será entonces cuando descanse en paz.
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