Sue Townsend es más conocida por su saga sobre Adrian Mole que por otro tipo de novelas. Quizás algunos penséis que es una autora de novelas de aeropuerto pero aparte del bagaje literario, la autora presenta en esta historia una curiosa vuelta de tuerca a una trama que parecía previsible y que termina sorprendiendo al lector.
Se nos cuenta la historia de Eva, una mujer simple que decide pasar un año en la cama de su dormitorio para ver qué puede hacer con su vida. Mientras se encuentra en esta situación va descubriendo una serie de secretos de su propia vida que el resto de personajes, su marido, sus hijos, su suegra, su madre...etc. le va desvelando.
No contaremos nada más pero sí aclararemos que cuando el lector parece atisbar el final de la novela, la escritora, que a esas alturas ya nos ha metido en la muesca de la tuerca que ha ido cerrando en torno a nosotros capítulo a capítulo, opta por sorprendernos convirtiendo la novela en una obra muy interesante que nos hace reflexionar.
El texto comienza con muchas pinceladas de las series de la BBC de los años setenta, ese humor británico se va tornando en humor negro y poco a poco en drama. El dominio de los géneros más diversos y la forma de escribir de la autora convierten a esta novela en una lectura más que recomendable para los que pensaban que Townsend era una escritora no digna de ser tenida en cuenta.
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