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Mostrando entradas de junio, 2019

¿Quién es el señor Schmitt? (crítica teatral)

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La obra comienza de forma magistral y sin introducción. Entramos en el salón de la casa de los Carnero mientras están cenando. Es entonces cuando comienzan a sucederse los acontecimientos a un ritmo vertiginoso durante los 90 minutos aproximados de representación. A destacar, el magnífico trabajo de los actores y una dirección exquisita de Peris Mencheta. El texto deja bien claro el argumento aunque, como siempre, habrá muchos que vayan al teatro a ver a «los de la tele» y que incluso salgan del edificio pensando que han visto una comedia. Y es que parece casi una obligación reírse con los supuestos chascarrillos que incluye este drama existencialista que hay que entender más como el reflejo de la desesperación del protagonista y no como una sucesión de gags.  De ti depende ir a ver esta obra con los ojos más adecuados. Al salir, tendrás que escoger entre ser salmón o no. Si pasa por tu ciudad no dejes de ir a verla.

Alexander Drake - Némesis (reseña)

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Nueva obra de Alexander Drake  que en esta ocasión apuesta por ofrecer una serie de relatos en los que incide tanto en su pasión por la obra de Bukowski como en la provocación de reacciones diversas en el lector. Del león de Andernach se podría declarar casi hijo adoptivo leyendo relatos tan brillantes como "Un hombre con talento", "Tetas de silicona" o "Cabezas humanas en el congelador". Sin embargo, Drake también apunta hacia otras direcciones estilísticas que nos han sorprendido gratamente. En "Visiones del futuro" asistimos a una puesta al día del estilo de Baroja. Observamos reminiscencias de Tom Wolfe en "Brett Zucker Ellis" y en "La pesadilla del luchador". Incluso nos deleitamos con un texto de pura picaresca española del siglo XXI como "Traumatología" y con un homenaje a las cartas de Groucho Marx en "Lingotes de oro". El ramalazo punk de "Decorando el ataúd" no deja de ser un...

Santiago Lorenzo - Las ganas (reseña)

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El inmenso Santiago Lorenzo se pone en esta obra manos a la obra presentando una de sus clásicas novelas de personaje sacado del inconsciente colectivo. Sus dotes como guionista salen aquí a la luz al presentar a Benito, un personaje con el que resulta muy fácil sentirse identificado y que no deja de tener pinceladas del españolito de a pie. Sus ganas, su aventura y su trozo de vida que se nos narra forman un trío de sólidos pilares de una obra que entra a la primera y que se sitúa entre la novela y la crónica periodística. El autor domina como nadie una prosa llena de palabras propias y no deja que el lector se aburra. El resultado no deja de ser una novela más que recomendable para los que huyen de los luceros que dirigen a los anaqueles de los libros más vendidos.