El surcoreano y exiliado Byung Chul-Han lleva años dedicado a la redacción de obras filosóficas de diversa factura. En la que nos ocupa, aborda cómo la digitalización de absolutamente todo lo que nos rodea ha terminado por afectarnos.
Y es que la victoria de lo intangible, la sobredosis de información que desaparece en segundos y la tensión que provoca estar siempre atento a lo último que se ha publicado en Internet marcan al ser humano desde hace algunos años destruyendo su esencia y convirtiendo cualquier dispositivo conectado a la red en el salvoconducto necesario para seguir siendo alguien en una sociedad vacía.
Lo mejor del libro es cómo el autor evita los términos demasiado complicados para darle al lector la opción de convertir su contenido en un estímulo para despertar ante tanta desidia y desesperación. Sin duda, es una obra de lectura obligada para enterarse algo más de todo lo que hemos perdido con la presunta modernidad.
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