La misteriosa biografía de B. Traven, de quien se desconoce el origen y solo se intuye su recorrido vital, es, posiblemente, una de las claves de su prosa. En este caso, se nos narra un cuento breve, parábola o novela corta en la que la sencillez es el denominador común.
Sin embargo, la construcción del personaje principal a lo largo de la trama tiene mucho de filosofía y, sobre todo, de artesanía a la hora de escribir una novela tan genial. Una vez más, se confirma que no todo consiste en alargar las tramas o en demostrar lo bien que se escribe, sino más bien en todo lo contrario.
Cada frase es exacta, no hay artificio alguno, pero sí muchísimo de la mejor literatura iberoamericana. Las grandes obras son las que se pueden leer a cualquier edad y dependiendo del momento vital adquieren uno u otro significado. Esta es una de ellas y permite que sea leída por niños a partir de los 12 años y también por adultos. Resulta muy fácil disfrutar de su lectura y, especialmente, conseguir que su aparentemente sencillo argumento invite a meditar tranquilamente sobre el tipo de vida que llevamos.
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