Es Gilles Lipovetsky una de las mentes más preclaras del viejo continente y en este libro editado en 2006 se adelantó a todo lo que estamos viviendo en la actualidad. Su prosa, a veces técnica, a veces bastante clara, ayuda a entender su peculiar concepto de la modernidad.
Se centra en estos ensayos en el eje del egoísmo que nos lleva a entender nuestro día a día como un recorrido personal y en contra de nuestros semejantes. Lo único importante es brillar con luz propia y dedicarnos todo el tiempo posible.
No olvida como lo que él denomina «la era psi» está preñada de psicólogos y psiquiatras que intentan potenciar el ego y dejar atrás sensaciones tan normales como la tristeza, la depresión o similares. Hay que ser feliz y, sobre todo, demostrarlo.
En su repaso también entran en juego los políticos, a los que tilda de quitarnos las ganas de movernos por nuestro país y de incitarnos a que lo hagamos, los humoristas, vendidos a lo políticamente correcto, y prácticamente todo aquel que se deja llevar por una corriente de pensamiento único de la que parece imposible escaparse.
En realidad, su reflejo de la sociedad es pesimista e invita a pensar lo que realmente nos apetezca y no solo lo que quieran los opinan que tienen la potestad de pensar por nosotros. Es, por lo tanto, la era del vacío la que no nos puede absorber para convertirnos en la nada absoluta.
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