Tan apegado a la neurosis, a la realidad y a los hechos cotidianos, Millás sorprende con una obra a medio camino entre la fantasía y la posibilidad de convertirse en personaje del libro que leemos.
No podemos obviar cierta conexión con Niebla de Unamuno en el planteamiento, que no en el desarrollo. Y es que Millás trenza una historia cargada de sentimientos, de procesos vitales y de enfrentamientos paterno-filiales que termina por conquistar a la primera. Como es habitual, no se extiende demasiado en su obra, pero consigue exprimir al máximo los límites narrativos confirmando así que es uno de los grandes de nuestra literatura.
Sin duda, esta novela es perfecta para los que quieran conocer otra faceta del escritor, pero también para cualquier joven que se interese por la lectura. El repaso a los cuentos más famosos de los hermanos Grimm y alguna que otra pincelada de terror son suficientes excusas como para convertir la lectura en una experiencia perfecta. Muy recomendable.
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