La historia de Dani El Rojo es la de Barcelona. Antes de que la ciudad se convirtiera en esa especie de decorado de cine que ha "CIUzado" a una de las capitales más bonitas del Mediterráneo, aquello era una ciudad más llena de delincuencia, drogas y rock and roll. En el epílogo Dani nos narra que tras conocer a Oliveras mientras montaban un documental sobre la delincuencia se les ocurrió narrar su historia como ejemplo de lo que no se ha de hacer para terminar como él.
A lo largo de 600 páginas nos queda claro que en ningún momento el protagonista se alegra de lo que hace e incluso lamenta su adicción a las drogas. El libro puede ser visto como una guía de una Barcelona que jamás volverá o como el relato de un delincuente drogadicto pero al menos más que "novela negra" esto es una transcripción de los recuerdos de uno de los tipos más peligrosos de la historia criminal de la Ciudad Condal.
Personalmente nos quedamos con los pasajes de las vivencias en la Modelo del protagonista y de cómo la desesperación por pincharse lo que sea le llevó a cometer todo tipo de delitos. El relato no tiene estilo alguno ya que, como hemos dicho, se acerca más a la crónica que a otro tipo de texto pero, sea como sea, su lectura supone no sólo el viaje a una ciudad irrepetible sino a las propias miserias del ser humano. Trepidante texto para saber qué pasa por la mente de un delincuente y para vivir emociones fuertes desde la primera línea.
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