Teníamos ganas de leer algo de García Llovet y su última novela nos pareció una oportunidad que no podíamos desaprovechar.
Sorprende que se trate de una novela negra ambientada en Benidorm, esa ciudad tan inclasificable como imprescindible, por la que la autora te pasea con todo lujo de detalles. La historia mezcla distintas hebras para ir tejiendo un tapiz donde conviven la prosa poética, la intriga y las líneas ásperas.
El resultado es un tanto confuso lo que es muy positivo. No es una novela de aeropuerto o de las que se leen y las olvidas. Más bien, invita a pensar y a darle una vuelta más a su contenido. Romper moldes nuca fue fácil y menos todavía sin caer en la modernidad menos recomendable. Te sorprenderá.
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