Manuel Hidalgo, Rafael Azcona y otros se encargaron de darle forma al guion de la cuarta entrega de la tres primeras películas. Berlanga introdujo el texto en su caja de recuerdos y esta se abrió cuando habría cumplido 100 años. Así ha sido.
La colaboración de la editorial Pepitas de Calabaza, que hace un trabajo perfecto, es indispensable para contar con esta obra. Sin duda, habría sido el mejor colofón a las tres películas anteriores. Se apuesta por el esperpento, el histrionismo y una apuesta de lo más peregrina por parte de Luis José.
Se observa que Berlanga y sus colaboradores apuestan más lo visual que en otras ocasiones. De hecho, la comedia casi se queda en un segundo plano para caer más en la ironía, la acidez y la fuerza narrativa. Es en ese tipo de diálogos que parecen escritos casi sin quererlo donde está la genialidad de una obra indispensable para los amantes del cine de Berlanga. Sin adelantar nada, las carcajadas están aseguradas y el cierre de ciclo de los personajes también. Lectura obligada.
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