Fue Hemingway el que dijo que «una buena novela comienza con una buena frase y termina con otra buena frase, lo que sucede entre ambas no importa». Destombes parece haberse tomado esta filosofía muy a pecho, ya que consigue, partiendo de una gran idea, una novela para olvidar a la que se ven las costuras por todas partes.
Entendemos que se le quiera dar ritmo al texto, que los capítulos sean cortos y que no haya apenas perfiles psicológicos de los personajes, pero es que la trama se ve venir desde lejos y no convence demasiado al final. El lector de este tipo de novelas espera siempre alguna que otra escena escabrosa, ciertos diálogos entre verdugos y víctimas y más implicación. En este caso, todo se ve desde fuera y si bien no negamos que el texto es casi un guion cinematográfico, como novela falla. Eso sí, si estás de vacaciones y no quieres complicarte la vida, será perfecta para ti.
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