Es uno de los libros del año, aunque no se trate de una novela al uso y sí de un experimento literario que tiene todo lo necesario para sorprender al lector con facilidad.
En la obra se mezclan tres géneros distintos que pueden leerse de forma independiente. Los aforismos filosóficos en torno al amor clasifican este sentimiento con acierto y sin vaguedades. Los versículos que se dirige la pareja empiezan por el cortejo y terminan en la cópula. Además, se añade una novela propiamente dicha dividida en cuatro partes.
La trama transcurre en Venecia y en el texto hay pinceladas de realismo mágico, ficción, intriga y todo lo necesario para enganchar desde la primera línea. Semejante reto lo afronta Fernández Mallo sin complejos, con una prosa fácil y con una magnífica manera de transmitir un mensaje directo sin caer en el error de usar un lenguaje complicado.
Por todo lo anterior, la novela supera las expectativas y tiene cierto regusto a la literatura de la década de los 50 del pasado siglo. Su lectura es muy recomendable para los que buscan algo más que un mero ejercicio literario.
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