Roberto Iniesta editó hace unos años esta novela que ahora os comentamos. El líder de Extremoduro logró un best seller con esta obra que a muchos fans del grupo dejó indiferentes y que la crítica literaria obvió por motivos evidentes. Entramos en materia a continuación.
Se nos narra la historia de Don Severino, un anodino notario, y su peculiar viaje hacia otro mundo. No desvelaremos mucho más. Nos sorprende muchísimo en la primera parte de la novela el estilo del autor. Alejándose de sus letras para canciones logra trenzar algunos capítulos muy influenciados por escritores de la década de los cincuenta. Baroja, Cela o Sánchez Ferlosio se nos vienen a la memoria al leer la descripción de la vida del personaje principal.
La segunda parte del libro nos parece bastante influenciada por Julio Verne, por no decir por Up! de Pixar, y es posiblemente la laguna narrativa en la que muchos se aburren como ostras y otros, nos incluimos, disfrutamos al máximo. No pasan demasiadas cosas pero sí se va forjando la narración a golpes de corazón, que diría Loquillo, y descripciones.
La tercera parte es la más inverosímil de todas pero la literatura es justo para eso, para vivir otras vidas. La transformación del personaje es tan absoluta que se nos hace complicado creernos lo que le sucede. La novela se resuelve de manera bastante fiable y con algún guiño a la forma de escribir para Extremoduro de Iniesta.
Se trata no de una narración completa, que es lo que muchos esperan cuando leen, sino de un fragmento de la vida de un personaje que, con sus matices, termina por conquistarnos en parte. El ejercicio literario sirvió para paliar el tedio del parón musical de Extremoduro. Ahora que vuelven a llenar allá donde se presentan es un buen momento para leer esta novela.
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