Se estrena la autora en el panorama literario con una novela negra tan adictiva como perfecta y escrita de forma exquisita. Curiosamente, los tics de otros autores no se repiten y consigue desarrollar un estilo propio ajeno a errores demasiado comunes en el género.
No nos referimos a los capítulos cortos o a la acción imparable, sino a la costumbre de algunos de presentarnos un guion de una serie o película en lugar de una novela. La autora se esmera muchísimo en enmarcar la acción, en describir las situaciones y no se limita al diálogo o a los detalles truculentos. Al mismo tiempo, mezcla la historia de un director de vídeos pornográficos, conocido por todos, con una venganza convirtiendo el texto en un amplio comentario sobre los efectos del porno en quien lo ve o lo practica.
El resultado es una magnífica novela que mantiene la atención del lector hasta la última página y cuyo final abierto nos anima a pensar que la protagonista, Nela, quizá emprenda una nueva aventura llegado el momento. Si buscas algo distinto, pero sin renunciar a la acción, vas a disfrutar muchísimo.
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